¿Cómo es posible que Manuel sea un trozo de pan?
¿Quieres llevar tus habilidades de comunicación en español a otro nivel? Pues has llegado al lugar correcto: aprenderás varias expresiones populares con las que impresionarás a cualquier hispanohablante nativo que se cruce en tu camino. Lleva tus habilidades al siguiente nivel gracias a la sabiduría popular
Manuel es un trozo de pan
Ya hemos llegado a aquel punto en el que podemos mantener conversaciones en un contexto laboral, argumentar en profundidad y negociar en español. Eso es genial, pero, ¿qué pasa cuando nuestro interlocutor usa alguna expresión popular? ¿Qué quiere decir nuestro colega cuando asegura que Manuel, el responsable del departamento de ventas, es un trozo de pan? ¿Cómo? ¡No puede ser cierto!
Efectivamente, Manuel no está hecho a base de levadura. Nuestro colega está usando una expresión coloquial y nos quiere decir que Manuel es bondadoso, generoso y atento con los demás.
Pero, ¿de donde surge esta expresión? Pues en este tipo de casos hay diversas teorías y algunas de ellas apuntan a siglos atrás. De todas formas, no es necesario que realicemos una sesuda investigación etimológica. Basta con entender que el pan le gusta a caso todo el mundo, especialmente cuando está tierno y recién hecho.
Así pues, el aprendizaje de estas expresiones resulta imprescindible para llevar nuestra habilidad comunicativa un paso más allá. Por una parte, nuestra comprensión mejorará y evitaremos pasar apuros al no entender un mensaje. Por la otra, seremos capaces de llevar nuestra capacidad de expresión un paso más allá. Además, podremos envolver nuestro mensaje dándole de este modo una apariencia más atractiva.
Genial. Pero, ¿cuándo puedo decir que Manuel es un trozo de pan?
El uso de estas expresiones puede darse en entornos muy diferentes. En situaciones muy solemnes y formales no es aconsejable utilizarlas, pero podemos encontrarlas en muchísimos ámbitos de interacción. Por ejemplo, no es recomendable utilizar este tipo de recursos en una entrevista de trabajo en la que el registro tiene normalmente un grado de formalidad elevado.
Sin embargo, en nuestro día a día trabajando dentro de una empresa nos encontraremos con muchísimas expresiones populares encajadas dentro de un registro de formalidad intermedia. Por este motivo es preciso dedicar un poco de nuestra atención al aprendizaje de este tipo de expresiones que, además, acostumbran a ser divertidas.

Vamos a bucear un poco más en el gran océano de las expresiones populares
Entender y aprender este tipo de expresiones no es sencillo, pero cuando hayamos alcanzado un buen dominio de la lengua podremos dar un paso más allá con ellas. Además, muchas veces son sorprendentemente similares a las de otros idiomas. ¡Y esto incluye al tuyo, por supuesto! Por ejemplo, cuando alguien está haciendo algo arriesgado podemos decir que “juega con fuego”, mientras que en alemán diríamos “er spielt mit dem Feuer”. En inglés, también oiríamos a menudo en esta situación “he plays with fire”. Definitivamente, se trata de una expresión bastante extendida.
Pero dejemos el fuego y entremos en contacto con el agua al mismo tiempo que seguimos descubriendo nuevas expresiones populares en español. Te propongo bucear un poco en el océano de letras conformado por este tipo de frases. Cabe señalar que es muy probable escucharlas a lo largo del día en la oficina, así que dese un punto de vista puramente práctico merece la pena conocerlas:
– Arrimar el hombro: significa prestar ayuda. El uso de esta expresión es muy indicado cuando necesitamos que un grupo trabaje en equipo dejando los egos de lado.
– Dar en el blanco: significa acertar. En este caso hacemos referencia al arquero que consigue clavar una flecha en el centro de la diana. Así pues, cuando el acierto es sobresaliente podemos usar esta expresión.
– Andar con pies de plomo: significa actuar con cautela y prudencia. En este caso aludimos a una situación en la que debemos tener mucho cuidado para no cometer ningún error.
– Hacer algo al pie de la letra: significa hacer algo según las instrucciones. Usamos esta expresión cuando aludimos al hecho de realizar una tarea siguiendo de principio a fin unas instrucciones. Un ejemplo de ello es cuando cocinamos siguiendo una receta y respetamos todas sus indicaciones (gramos de cada alimento, tiempo de cocción, presentación, etcétera).
– Dar la vuelta a la tortilla: significa dar la vuelta a una situación. Esta expresión se utiliza muchísimo en el ámbito del periodismo deportivo para hacer referencia a aquellas situaciones en las que un deportista con todo en contra consigue darle la vuelta a un resultado. Es decir, que comienza perdiendo y termina ganando. En nuestra día a día nos encontramos ante muchos retos que nos obligan a dar la vuelta a muchas tortillas.
– Dar gato por liebre: significa engañar o timar. En ocasiones nos venden algo que no se corresponde con la realidad. Entonces es cuando podemos usar esta expresión popular.
– Verle las orejas al lobo: significa darse cuenta de un peligro. Nos quedamos sin tiempo y acabamos de recordar la importancia de presentar el informe para la fecha acordada. En ese momento empezamos a ver al lobo asomarse… y lo primero que enseña son las orejas.
– Salvarse por los pelos: significa salvarse por poco. El origen de esta palabra es muy curioso. Siglos atrás hacía referencia a aquellos marineros que no sabían nadar y cuya única salvación consistía en ser agarrados del pelo cuando caían al agua. En definitiva, si logras finalizar el informe en el último minuto podrás decir que te has salvado por los pelos.
– Meter la pata: significa cometer un error. Como buenos seres humanos, a veces fallamos o, simplemente, caemos en trampas que podríamos haber evitado si hubiésemos hecho mejor las cosas. Pero bueno, quien trabaja se equivoca. En estas situaciones podemos decir que hemos metido la pata.
– Meterse en camisa de once baras: significa meterse en problemas. Guarda cierta relación con la expresión anterior pero suele reservarse para aquellas situaciones en las que tenemos problemas por haber hablado más de la cuenta. A fin de cuentas, también decimos que somos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestro silencio. Vaya, ¡esta última expresión es de regalo!
Eso es todo. Espero que este artículo te haya ayudado. Si tienes alguna duda sobre el uso correcto de alguna expresión popular en español no dudes en ponerte en contacto conmigo . Estaré encantado de ayudarte.