¿Y cómo llevas lo del frío? Primera parte

  • Autor de la entrada:

¡Aquí hace frío!

¿Has iniciado una nueva vida en otro país? Al principio seguro que te has sentido en fuera de juego en muchos  momentos. A veces son pequeñas cosas, simples anécdotas diminutas. Pero en ocasiones también generan cierta sorpresa e incluso confusión. Yo el año pasado cambié mi residencia de Barcelona a Zúrich y, aún hoy, hay algunos días en los que suceden cosas que me sorprenden.

 

Las reglas no escritas

 

Es muy importante conocer estas reglas. La mejor manera de hacerlo es conociendo gente nueva del país en el que estás viviendo y preguntarles acerca de esas cosas que nos resultan diferentes a nosotros. Eso si, sin caer en el uso de estereotipos o en la sociología de barra de bar.

 

Por ejemplo, al principio tenía alguna duda acerca de la conducción. El consejo que me dio un amigo suizo fue el siguiente: respeta siempre las velocidades máximas, pero, sobretodo, recuerda que si puedes ir a cincuenta Kilómetros por hora, debes ir a cincuenta, no a cuarenta y nueve. Entendí el concepto. Desde entonces ya no llevo ningún coche pegado a mi.

 

Ahí es cuando me di cuenta también de que el diseño de la ciudad es diferente. En Barcelona muchas veces tendrás varios carriles y eso facilita que cada coche vaya a su ritmo sin mayores dramas. En Zúrich muchas veces solo hay uno, así que es mejor conducir con brío. Eso si, siempre respetando la velocidad máxima.

Conductor con actitud positiva al volante
Si vas a conducir en una gran ciudad como Zúrich, lo más recomendable es adoptar una actitud positiva al volante.

Otra manera de actuar diferente a nivel social es la del uso de expresiones para indicar gratitud o pedir algo con cortesía. Si pides que te pasen la sal en un ambiente informal, deberás decir siempre por favor. Y cuando la recibas, deberás dar las gracias. En España entendemos que en ambientes informales, esas palabras quedan implícitas y no es preciso expresarlas de forma explícita.

 

En fin, simplemente se trata de pautas de interacción diferentes. En España, por ejemplo, es muy común acompañar el saludo con el nombre de pila de la persona a la que se saluda para mostrar interés o simplemente cortesía. Sin embargo, en Suiza no se acostumbra a usar esta fórmula. Así pues, en ocasiones las pautas de interacción suizas pueden parecer demasiado formales para un español pero lo mismo puede suceder a la inversa.

Las despedidas

 

Aquí si que sí. Los españoles dedicamos más tiempo de media en las despedidas. Vale, no tengo datos que confirmen esta hipótesis, pero estoy seguro de que he dedicado muchísimo tiempo de mi vida a despedirme. Veamos dos ejemplos, uno de una despedida a la española y otro de una despedida a la suiza

 

  • Despedida a la española:
    • Javier: Hasta luego, Pedro. Dale recuerdos a Marta.
    • Pedro: Hecho. Hasta luego, Javi, que vaya muy bien… ah, oye, ¿al final hablaste con Pablo?
    • Javier: Sí, me ha dicho que no podrá quedar con nosotros para ir al cine el miércoles.
    • Pedro: Qué pena. A ver si al final puede sacar tiempo y viene. Bueno, que vaya bien.
    • Javier: Igualmente. Ah, ¿irás a ver a tus padres al final este domingo?
    • Pedro: Si, nunca me pierdo la paella dominguera de mi padre
    • Javier: Genial. Dales recuerdos, Bueno voy para casa. Ah, dale recuerdos a tu hermano también. Hasta luego.
    • Pedro: Hasta luego. Ah, y gracias por ayudarme.
    • Javier: ¡Un placer! Hasta la próxima. Oye, recuerda que hemos quedado con Carmen y Luis para ver el Barça-Madrid en su casa el fin de semana que viene.
    • Pedro: Si, sí, qué ganas tengo de que empiece el partido.
    • Javier: Yo también. Bueno, que vaya muy bien, hasta luego.
    • Pedro: Hasta luego   
  • Despedia a la suiza:
    • Thobias: Adios, hasta la próxima.
    • Oliver: Adios. Buenas noches.

 

Como podemos comprobar, ¡hay mucho más dialogo en la versión española! Mi consejo para un español en Suiza es tratar de acortar las despedidas en la medida de la posible. En cambio, a mis amigos suizos les aconsejaría que trataran de alargarlas un poquito si viven en España. En España una despedida rápida se asocia a escaso interés por parte del que se marcha, así que un simple “hasta luego” no suele funcionar.

Despedida entre madre e hijo
¡No hay tiempo para despedidas largas cuando el autobús escolar está a punto de llegar!

El reino de las cartas

 

Sí, aquí se usa muchísimo el correo postal. Cada día tengo una nueva carta en el buzón. La administración contacta a menudo con el ciudadano a través de este canal. Si estas apuntado a alguna asociación, recibirás bastantes cartas. Bueno, y si simplemente eres cliente de una cadena de supermercados, recibirás mucha documentación de ellos. También tuve que enviar y recibir cartas para algunos trámites con la inmobiliaria.

 

En fin, cartas y mas cartas. ¡Cualquier excusa es buena para mandar una! En España, definitivamente, esto no sucede. El abanico de situaciones en las que una persona se ve obligada a enviar una carta es más reducido. En lo que respecta a la administración, a veces funciona el canal online y a veces tan sólo puedes realizar el trámite presencialmente. Pero a través de correo postal, pocas veces. En cambio en Suiza vivirás en el reino de las cartas, y no me refiero a las de Jass… Ah, esto me ha recordado una cosa.

 

A propósito de las cartas: aprende a jugar a Jass

 

Regla número uno para socializar en Suiza: aprende a jugar a Jass. Y esto incluye contar bien los puntos y anotarlos de acuerdo con un sistema de palitos de lo más pintoresco. Para mi esta es la parte más difícil del juego.

 

La modalidad más conocida de este juego es el Schieber, en la que dos parejas se enfrentan. Deberás coordinar tus movimientos con los de tu pareja. La cosa empieza más o menos asequible cuando la partida se juega con la variante de Trumpf (básicamente, hay un color que manda), pero cuando empezamos con Obenabe y Undenufe la cosa se desmadra. De todos modos, recomiendo aprender el juego porque es muy divertido y en Suiza a casi todo el mundo le gusta jugarlo.

 

Por cierto, tampoco estaría de más que aprendieras a esquiar en caso de que no sepas. El esquí es una actividad que sirve de plataforma para muchas interacciones sociales con colegas de trabajo, amigos y familiares. Pero bueno, si consideras que el esquí no es lo tuyo, por lo menos ponte manos a la obra con el Jass.

Baraja de Jass
Con esta baraja de cartas tienes la diversión asegurada

Bien, eso eso es todo por ahora. Tengo reservadas unas cuantas anécdotas más en relación a situaciones en las que me he encontrado en fuera de juego debido a mi condición de novato como vecino de Zúrich, pero las dejo para una futura entrada. De hecho, cada poco tiempo aparece una nueva situación de este estilo, así que quizá puedo iniciar una saga de larga duración.

 

Ah, sobre lo del frío, todo en orden. La clave es bien sencilla: ¡ir siempre bien abrigado durante el invierno!

Compartir artículo